TAMBIÉN fueron ese día a la playa.
Miguel más cerca del mar, todavía exaltado. Enfrentaba el horizonte como si hubiera algo que descifrar en el oscuro verde.
—El viento no empujaría una hoja —dijo Juan.
— ¿Y si los agarró una tempestad? —murmuró Miguel.
—Si nada se mueve.
—¿Sabés lo que basta para dar vuelta una barcaza? —Sonrió nervioso a Juan, que empezó a gritar:
—Están estancados en alta mar… Los cuerpos pudriéndose sobre las tablas…—Estremecida su cara en un rictus que pretendía ser terrorífico — Los ojos resbalando por sus mejillas… Las uñas de ella más largas…
Cayó, embestido por Miguel.
Dieron vuelta por la arena. Juan, el hermano menor, logró zafarse, y se alejó agitado. Desde unos metros gritó:
— ¡Si la esperé más que vos! Tenés que pensar. Hace dos meses que tenía que haber llegado. Todo esto fue un invento de mamá. No te diste cuenta. Malva no existe.
Miguel miraba a su hermano con ojos húmedos y perdidos.
—Papá hizo bien en encerrarnos —agregó Juan. Miguel levantó la mirada, apartó el flequillo que ocultaba sus lágrimas y susurró:
—¿Y si el tipo la mató? ¿Si mató a todos los tripulantes? ¡Viste cómo nos miraba!
—Te estás pareciendo a mamá.
—¿Qué hacía con un medallón igual?
Juan puso los ojos en blanco y agitó la melena.
—Siempre inventás algo nuevo. —Hundió sus pies en la arena. Empezó a alejarse.
Miguel se acostó en la arena húmeda. Sacó de sus raídos pantalones un medallón de oro adornado con dos unicornios negros que chocaban sus cuerpos en un salto a manera de espadachines. Clavó la mirada en las nubes anaranjadas. Levantó el medallón. Hizo saltar los goznes de la tapa.
Una chica pálida de oscuro pelo rizado sonreía.
por Adrián Gastón Fares.
Excelete! Estoy emocionado por saber que sigue.
Me gustaMe gusta
Excelente! Estoy emocionado por saber que sigue.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Fijate, porque sigue! Gracias!
Me gustaMe gusta
Pingback: Mi primera vez virtual – EvaLuArte Escritos
Pingback: Novela completa: El nombre del pueblo. Índice por partes. – Sitio Web de Adrián Gastón Fares