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Audio Los tendederos, cuento de terror.

Los tendederos, por Adrián Gastón Fares.

Los tendederos, cuento, audio para escucharlo.

Las luces de la casa se apagaron. Los cortinados se corrieron. La señora se vistió de negro. Maca, la señorita, también. Los rayos de sol a veces nos recordaban que había vida afuera y delataban el polvo que yo no podía sacar de la casa, ese polvo que entraba por más que lo barriera una y mil veces, como si proviniera de los huesos triturados de nuestros soldados o de la tierra removida por las bombas. El polvo que se posaba con insistencia en los muebles y que anticipaba el regaño de la señora. Con Maca a mis espaldas, llamándome por un nombre inventado, María, porque el mío Alejandrina nunca me agradó, yo movía las cortinas, tapaba toda la luz, para que la casa quedara en la penumbra que el señor ya nunca vería.

Cubrí mi cabello con un pañuelo oscuro de tela barata. La señora con un sombrero adornado con una pluma negra.  Ella tenía el cabello hermoso, pero desde que había comenzado la guerra no pudo mantener su estilo de vida. Tal vez ése sea el verdadero motivo de la ropa negra, la razón del duelo. Las cosas que se pierden pero que se podrían volver a conseguir, no como la muerte que es irreversible sino como la buena vida, son las que más duelen. Lo sé porque yo conocí a un muchacho que pudo haberme hecho madre, pero desapareció mucho antes que el señor.

La señora no podía comprar la indumentaria que vio en el catálogo de la tienda de luto. Lo arrojó a un costado para que yo lo desechara. Para el velatorio le teñí las manos con cera negra para zapatos. Todavía no se le fueron las manchas.

Estuve un día limpiando el armario del señor. Trajes, camisas con mangas y cuellos amarillentos. La señora ordenó lavar algunos para donarlos. El señor tenía su armario cerrado bajo llave y no permitía que lo abriera. Dejaba las ropas que necesitaban lavarse sobre su cama. Pero yo sabía dónde escondía la llave así que le pedí permiso a la señora para abrirlo.

Encontré la indumentaria habitual del señor, pero también vestidos. Sabía que el señor había tenido otra hija de un matrimonio anterior, pero no me imaginaba lo hermosa que había sido. En el fondo del armario, tras la ropa, encontré un dibujo a mano alzada de la señorita. Tal vez sea injusto decirlo pero era más hermosa que Maca. O como una Maca adolescente, embellecida, en la flor de la edad. En el dibujo no hay signos de la pulmonía que se la llevaría.

La señora no se sorprendió cuando le dije que había ropa de una mujer. Ordenó que la donara a la dueña del orfanato de niñas de enfrente.  Así lo hice. Quería deshacerme primero de los vestidos del armario, así que dejé el lavado de la ropa del señor para después. La patrona del orfanato la recibió con un susurro de agradecimiento.

Al otro día, colgué la ropa lavada del señor. Maca me miraba con esas avellanas negras que tiene de ojos. No entiende qué le pasó a su padre. Quería saber si el viaje duraría más que los otros. Le contesté que sería el más largo de todos. Después encontró un pájaro muerto y me lo trajo como si fuera un perro. Me clavó la mirada. Fue a enterrarlo.

Anocheció y bajé por la ropa, con los truenos en los oídos y ese olor a tierra mojada que traía el viento. El aire corría rápido. Las copas de los árboles se bamboleaban. Las ropas se mecían. El saco del señor mucho. Demasiado.

Entreví que en el orfanato la empleada había lavado los vestidos donados. Estaban colgados en el tendedero y me llamaba la atención el rosado, tal vez porque todo lo demás era gris. Además era el más lindo. Resonó un trueno.

Me metí en la triple fila de cuerdas del tendedero de la casa de la señora. Entonces noté un cambio llamativo.

El saco del señor se había movido dos metros del lugar donde lo había colgado. Como si se hubiera deslizado por la cuerda. Me pareció raro pero no imposible. Tenía que acomodarme el pañuelo a cada rato porque el viento se lo quería llevar. En la vereda de enfrente los vestidos, algunos pertenecientes a las niñas del orfanato, se balanceaban, ladeaban y contorneaban, como si recordaran las fiestas de antes.

Di vuelta la cabeza y algo oscuro, como un abejorro grande, me sobrepasó.

El saco del señor ya no estaba dónde lo había colgado, ni en la misma cuerda. Se había pasado de la primera a la tercera cuerda del tendedero. Me acerqué para ponerle otro broche pensando que había sido el viento.

El saco voló otra vez, me tuve que correr, y volvió donde lo había colgado. La segunda cuerda está un poco más alta así que tampoco era imposible… Pero los vestidos del tendedero de enfrente se bamboleaban con un frenesí que no parecía ser consecuencia del viento que soplaba cada vez más fuerte.

Entonces el saco del señor volvió a volar. Se poso en la segunda cuerda, luego pasó a la tercera y desde ahí, como impulsado por el estallido de otro trueno, cruzó la calle. Quedó colgando en la primera cuerda del tendedero del orfanato, cerca de los vestidos de las niñas.

El tendedero de enfrente tiene dos cuerdas. Vi como el vestido rosado se desprendía y volaba de una cuerda a la otra, como el del señor, aproximándose a la cercana a la calle. Luego volvió a su lugar en la hilera primera y el saco del señor voló hasta ubicarse a su lado.

De repente, el vestido flotó otra vez hacia la cuerda primera como tratando de escaparse del saco del señor. Una ráfaga de viento llevó el saco del señor hasta que se posicionó al lado del vestido. Los otros vestidos donados volaron de cuerda en cuerda, como si el tendedero fuera un gallinero alborotado por un gallo en celo. Confundidos, volvieron a alinearse al lado del saco del señor. Pero se deslizaban hacia los palos donde estaban atadas las cuerdas, como si el terreno se hubiera inclinado para un lado y luego para el otro. El vestido rosado seguía al lado del saco del señor.

Creo que imaginé que las mangas del saco se estiraban para tocarlo. Algo me acarició el brazo. Me di vuelta.

A mi lado, la mejor corbata del señor era tirada de la punta por la mano del viento, por lo menos eso supuse. Tensa. Como si la tela envolviera un alambre que la convertía en una flecha pronta a lanzarse.

La corbata salió disparada justo que una motocicleta pasaba por la calle. Habrá quedado prendida de la cara del motociclista porque el vehículo derrapó y quedó tirado en el suelo. Por instinto, me di vuelta.

Vi a Maca observando todo desde la ventana de su dormitorio en el primer piso de la casa. La cortina de su habitación también se movía, como si el viento se hubiera metido. Ella la sujetaba fuerte, me pareció que si no la cortina estaría volando por la habitación o se hubiera cerrado sola para impedir que la niña mirara.

El motociclista llevaba a una mujer detrás que había salido despedida por el impacto contra el suelo. Me acerqué a los cuerpos tendidos. Tenía que avisar a la señora para que llamara a la ambulancia.

Observé los ojos clavados en el cielo de las víctimas. Comenzó a llover. Algo, un pensamiento intruso, me llevó hasta el orfanato, hasta las cuerdas del tendedero.

Acaricié una de las mangas del saco del señor, ahora quieto, como si la lluvia hubiese amainado el viento o el ímpetu que hacía volar a ese pedazo de tela vieja.

Maca seguía mirando con una mano aferrada a la cortina. Parecía más alta, casi una joven. Era como si sus facciones se hubieran vuelto más angulosas. Me recordaban a las de la señorita del cuadro.

Algunas de las niñas del orfanato también lo habían visto todo desde sus ventanas. Como si el ejército estuviera pasando por la puerta.

Volví a acercarme a los cuerpos sin vida. Entonces, el saco del señor me rozó la espalda y cruzó la calle para volver a la primera cuerda, la cercana a la casa de la señora, donde yo lo había colgado. Enfrente, los vestidos donados al orfanato también se apaciguaron y retornaron a sus lugares.

Todo quedó listo, alineado, sólo me quedaba avisar a la señora para que llamara a la ambulancia y vinieran a recoger los cuerpos. La lluvia lavaba la sangre. Los párpados de la mujer pestañearon. Me clavó la mirada por un segundo.

Me recordó a otras, a la de Maca, a la del cuadro, a la del señor, pero entonces las chicas del orfanato gritaron al unísono, ya estaban trastornadas, ver todo ese vuelo de ropa y el accidente las había alterado, y el ojo de la mujer volvió a quedar fijo en el cielo, duro y opaco como las rocas que suelo encontrar en la playa.

Son las que puse en los bolsillos del saco del señor para mantenerlo quieto.

Jamás encontré la corbata del señor. El saco cuelga ahora, junto a su sombrero, en el armario cerrado con llave y con un candado que yo agregué.

De vez en cuando veo a una de las niñas del orfanato, tal vez la mayor, pasearse con el vestido rosado. Mira hacia nuestra casa.

Pensará que nos debe algo.

por Adrián Gastón Fares.

Los tendederos. #relatoscortos Las luces de la casa se apagaron. Los cortinados se corrieron. La señora se vistió de negro. Maca, la señorita, también. Los rayos de sol a veces nos recordaban que había vida afuera y delataban el polvo que yo no podía sacar de la casa, ese polvo que entraba por más que lo barriera una y mil veces, como si proviniera de los huesos triturados de nuestros soldados o de la tierra removida por las bombas. El polvo que se posaba con insistencia en los muebles y que anticipaba el regaño de la señora. Con Maca a mis espaldas, llamándome por un nombre inventado, María, porque el mío Alejandrina nunca me agradó, yo movía las cortinas, tapaba toda la luz, para que la casa quedara en la penumbra que el señor ya nunca vería.
Cubrí mi cabello con un pañuelo oscuro de tela barata. La señora con un sombrero adornado con una pluma negra. Ella tenía el cabello hermoso, pero desde que había comenzado la guerra no pudo mantener su estilo de vida. Tal vez ése sea el verdadero motivo de la ropa negra, la razón del duelo. Las cosas que se pierden pero que se podrían volver a conseguir, no como la muerte que es irreversible sino como la buena vida, son las que más duelen. Lo sé porque yo conocí a un muchacho que pudo haberme hecho madre, pero desapareció mucho antes que el señor.
La señora no podía comprar la indumentaria que vio en el catálogo de la tienda de luto. Lo arrojó a un costado para que yo lo desechara. Para el velatorio le teñí las manos con cera negra para zapatos. Todavía no se le fueron las manchas.
Estuve un día limpiando el armario del señor. Trajes, camisas con mangas y cuellos amarillentos. La señora ordenó lavar algunos para donarlos. El señor tenía su armario cerrado bajo llave y no permitía que lo abriera. Dejaba las ropas que necesitaban lavarse sobre su cama. Pero yo sabía dónde escondía la llave así que le pedí permiso a la señora para abrirlo.
Encontré la indumentaria habitual del señor, pero también vestidos. Sabía que el señor había tenido otra hija de un matrimonio anterior, pero no me imaginaba lo hermosa que había sido. En el fondo del armario, tras la ropa, encontré un dibujo a mano alzada de la señorita. Tal vez sea injusto decirlo pero era más hermosa que Maca. O como una Maca adolescente, embellecida, en la flor de la edad. En el dibujo no hay signos de la pulmonía que se la llevaría.
La señora no se sorprendió cuando le dije que había ropa de una mujer. Ordenó que la donara a la dueña del orfanato de niñas de enfrente. Así lo hice. Quería deshacerme primero de los vestidos del armario, así que dejé el lavado de la ropa del señor para después. La patrona del orfanato la recibió con un susurro de agradecimiento.
Al otro día, colgué la ropa lavada del señor. Maca me miraba con esas avellanas negras que tiene de ojos. No entiende qué le pasó a su padre. Quería saber si el viaje duraría más que los otros. Le contesté que sería el más largo de todos. Después encontró un pájaro muerto y me lo trajo como si fuera un perro. Me clavó la mirada. Fue a enterrarlo.
Anocheció y bajé por la ropa, con los truenos en los oídos y ese olor a tierra mojada que traía el viento. El aire corría rápido. Las copas de los árboles se bamboleaban. Las ropas se mecían. El saco del señor mucho. Demasiado.
Entreví que en el orfanato la empleada había lavado los vestidos donados. Estaban colgados en el tendedero y me llamaba la atención el rosado, tal vez porque todo lo demás era gris. Además era el más lindo. Resonó un trueno.
Me metí en la triple fila de cuerdas del tendedero de la casa de la señora. Entonces noté un cambio llamativo.
El saco del señor se había movido dos metros del lugar donde lo había colgado. Como si se hubiera deslizado por la cuerda. Me pareció raro pero no imposible. Tenía que acomodarme el pañuelo a cada rato porque el viento se lo quería llevar. En la vereda de enfrente los vestidos, algunos pertenecientes a las niñas del orfanato, se balanceaban, ladeaban y contorneaban, como si recordaran las fiestas de antes.
Di vuelta la cabeza y algo oscuro, como un abejorro grande, me sobrepasó.
El saco del señor ya no estaba dónde lo había colgado, ni en la misma cuerda. Se había pasado de la primera a la tercera cuerda del tendedero. Me acerqué para ponerle otro broche pensando que había sido el viento.
El saco voló otra vez, me tuve que correr, y volvió donde lo había colgado. La segunda cuerda está un poco más alta así que tampoco era imposible… Pero los vestidos del tendedero de enfrente se bamboleaban con un frenesí que no parecía ser consecuencia del viento que soplaba cada vez más fuerte.
Entonces el saco del señor volvió a volar. Se poso en la segunda cuerda, luego pasó a la tercera y desde ahí, como impulsado por el estallido de otro trueno, cruzó la calle. Quedó colgando en la primera cuerda del tendedero del orfanato, cerca de los vestidos de las niñas.
El tendedero de enfrente tiene dos cuerdas. Vi como el vestido rosado se desprendía y volaba de una cuerda a la otra, como el del señor, aproximándose a la cercana a la calle. Luego volvió a su lugar en la hilera primera y el saco del señor voló hasta ubicarse a su lado.
De repente, el vestido flotó otra vez hacia la cuerda primera como tratando de escaparse del saco del señor. Una ráfaga de viento llevó el saco del señor hasta que se posicionó al lado del vestido. Los otros vestidos donados volaron de cuerda en cuerda, como si el tendedero fuera un gallinero alborotado por un gallo en celo. Confundidos, volvieron a alinearse al lado del saco del señor. Pero se deslizaban hacia los palos donde estaban atadas las cuerdas, como si el terreno se hubiera inclinado para un lado y luego para el otro. El vestido rosado seguía al lado del saco del señor.
Creo que imaginé que las mangas del saco se estiraban para tocarlo. Algo me acarició el brazo. Me di vuelta.
A mi lado, la mejor corbata del señor era tirada de la punta por la mano del viento, por lo menos eso supuse. Tensa. Como si la tela envolviera un alambre que la convertía en una flecha pronta a lanzarse.
La corbata salió disparada justo que una motocicleta pasaba por la calle. Habrá quedado prendida de la cara del motociclista porque el vehículo derrapó y quedó tirado en el suelo. Por instinto, me di vuelta.
Vi a Maca observando todo desde la ventana de su dormitorio en el primer piso de la casa. La cortina de su habitación también se movía, como si el viento se hubiera metido. Ella la sujetaba fuerte, me pareció que si no la cortina estaría volando por la habitación o se hubiera cerrado sola para impedir que la niña mirara.
El motociclista llevaba a una mujer detrás que había salido despedida por el impacto contra el suelo. Me acerqué a los cuerpos tendidos. Tenía que avisar a la señora para que llamara a la ambulancia.
Observé los ojos clavados en el cielo de las víctimas. Comenzó a llover. Algo, un pensamiento intruso, me llevó hasta el orfanato, hasta las cuerdas del tendedero.
Acaricié una de las mangas del saco del señor, ahora quieto, como si la lluvia hubiese amainado el viento o el ímpetu que hacía volar a ese pedazo de tela vieja.
Maca seguía mirando con una mano aferrada a la cortina. Parecía más alta, casi una joven. Era como si sus facciones se hubieran vuelto más angulosas. Me recordaban a las de la señorita del cuadro.
Algunas de las niñas del orfanato también lo habían visto todo desde sus ventanas. Como si el ejército estuviera pasando por la puerta.
Volví a acercarme a los cuerpos sin vida. Entonces, el saco del señor me rozó la espalda y cruzó la calle para volver a la primera cuerda, la cercana a la casa de la señora, donde yo lo había colgado. Enfrente, los vestidos donados al orfanato también se apaciguaron y retornaron a sus lugares.
Todo quedó listo, alineado, sólo me quedaba avisar a la señora para que llamara a la ambulancia y vinieran a recoger los cuerpos. La lluvia lavaba la sangre. Los párpados de la mujer pestañearon. Me clavó la mirada por un segundo.
Me recordó a otras, a la de Maca, a la del cuadro, a la del señor, pero entonces las chicas del orfanato gritaron al unísono, ya estaban trastornadas, ver todo ese vuelo de ropa y el accidente las había alterado, y el ojo de la mujer volvió a quedar fijo en el cielo, duro y opaco como las rocas que suelo encontrar en la playa.
Son las que puse en los bolsillos del saco del señor para mantenerlo quieto.
Jamás encontré la corbata del señor. El saco cuelga ahora, junto a su sombrero, en el armario cerrado con llave y con un candado que yo agregué.
De vez en cuando veo a una de las niñas del orfanato, tal vez la mayor, pasearse con el vestido rosado. Mira hacia nuestra casa.
Pensará que nos debe algo.
por Adrián Gastón Fares #blog #literatura adriangastonfares.com #terror #cuentos #lostendederos #horrorfiction #horrorfictionwriter #escritor #writer #writerscommunity #shortstory #supernatural #mystery #woman #fantasmas #oculto #ghosts #adriangastonfares

Mundo tributo (90 min.) Película.

Les dejo para que se entretengan el largometraje documental que escribí, dirigí, edité, produje, y del que fui camarógrafo y director de fotografía (Imagen) con Leo Rosales, con Corso Films.

 

 

mundo_tributo_poster.jpg

Este año se cumplen diez años de su estreno en el BAFICI 2008. Hace poco fue emitido por la televisión argentina.

Este largometraje documental rompió todas nuestras expectativas. Fue visto en muchos países del mundo y en festivales de todo tipo.

La versión que les dejó es con unos subtítulos en inglés provisorios.

No es el Upconvert HD que pueden ver en Cine.ar (donde se ve en HD fantástico). Pero a la vez, así podrán verla sin problemas y apoyarse en los subtítulos si lo llegaran a necesitar.

Pueden verlo sólo aquí ya que el link está No Listado en YouTube.

ENGLISH:

Here goes A tribute world, the documentary feature I wrote, produced and directed. A tribute world was seen in several film festivals around the world. It´s an independent feature.

You can watch it only here (Link You Tube Not Listed)

 

Les dejo más información sobre Mundo tributo:

Sinopsis corta

Mundo tributo es un documental musical desbordado de personajes y situaciones alocadas, referenciales y genuinas. A la vez, es una comedia dramática que nos hace conocer a Jorge Busetto (Doctor Queen), un médico argentino que se transforma en su ídolo, al dentista  Alejandro “Ace” de Kissmanía, y a los integrantes de Dios salve a la reina, entre otros músicos que se dedican a homenajear a grandes bandas de rock.

 

  • Sinopsis larga:

Conocé a las mejores bandas del mundo… tributo. Un mundo de personas que se transforman en sus ídolos, un mundo de disfraces y colores vivos, con ilusiones que señalan a Liverpool como lugar de consagración artística, donde se esconde también una realidad: la dificultad que tienen los que se dedican a la música para vivir de su arte.

Los camarines del concurso beatle del Cavern Club Buenos Aires, los recitales a teatro lleno en el Gran Rex de Dios salve a la reina -para algunos, la mejor banda tributo del mundo-, las peripecias de la banda rosarina Kissmanía en Buenos Aires, Doctor Queen en su gira interbalnearia junto a su familia, el recital multitudinario de Ummagumma en Plaza de Mayo y la presentación de The end con la Sinfónica Nacional, entre otras vivencias, sirvieron de marco a las filmaciones y entrevistas hechas a los protagonistas y al público.

¿Qué es lo que lleva a los músicos y espectadores al tributo?

Las entrevistas y seguimientos a los músicos están estructuradas por un crescendo narrativo audiovisual (sin voz en off) de la mano de Jorge Busetto (Doctor Queen), que fue acompañado por los realizadores en su gira en Mar del Plata.

En los avances presentamos el tema original, “Someone who can stop my heart” de Carlos Bertazza (THE SILVERS) y Mariano Romano (THE END), con la batería de Martín Alvarez Pizzo (THE SILVERS), compuesto por los integrantes de las dos bandas tributo para la película. La música original fue compuesta por el reconocido guitarrista argentino Fernando Kabusacki.

 

Elenco y Equipo Técnico:

Guión, Dirección, Montaje y Producción: Adrián Fares, Leo Rosales

Fotografía: Adrián Fares

Sonido: Leo Rosales

Dirección de arte: Romina Fares

Música: Fernando Kabusacki

Tema original: Carlos Bertazza y Mariano Romano.

Formato de exhibición: Digibeta

  • Datos sobre la producción

 

La película, totalmente independiente, comenzó a gestarse luego de que Adrián Fares fuera invitado a un recital tributo, donde lo cautivaron las reacciones del público y la personalidad del artista en el escenario. Luego empezó el proceso de diseñar la producción con Leo Rosales. Una de las pautas era no usar en ningún caso (ni recitales, ni entrevistas) material de archivo en video o fotografías. Y dejarse inspirar por el entorno.

El documental, grabado mayormente en HDV, fue realizado por un equipo reducido de dos a cinco personas (solamente los dos directores viajaron a Mar del Plata para encontrarse con Jorge Busetto y su familia). Se grabaron más de 50 horas de video y la edición llevó 7 meses.

Se grabó en calles de Mar del Plata y en la playa Bristol, en las calles de los barrios de San Telmo, Palermo, San Nicolás, Montserrat –Pasaje La Piedad–, Congreso, Pilar, Avellaneda. Las locaciones fueron El teatro Roma de Avellaneda, el teatro Gran Rex, La Trastienda Club, el teatro Enrique Carreras, The Cavern Club Buenos Aires, Bar Cátulo Castillo, Pilar Golf Club, El Teatrito, Bartolomeo Bar, Libeer 7820 (clausurado poco después de la filmación) y Mirtha´s Restaurant.

 

  • Músicos:

Fernando Kabusacki

Es uno de los principales exponentes de la nueva música instrumental  argentina; toca guitarras eléctricas, acústicas y sintetizadas y  compone música para dibujos animados, cine (Julia Solomonoff, Lucía Puenzo, Teresa Constantini) y teatro. Vive actualmente en Buenos Aires.

Desde 1991 dirige y coordina La National Film Chamber Orchestra,  actualmente residente en el Museo de Arte Latinoamericano en Buenos  Aires (Malba), con la cual musicaliza en vivo películas mudas.

Grabó y tocó en vivo con María Gabriela Epumer, Juana Molina, Charly García, Sergio Bulgakov, Robert Fripp –giras The League of Crafty Guitarrist, Soundscapes- y Vernon Reid, entre muchos otros.

Fernando entendió perfectamente qué música necesitábamos para la película.

Carlos Bertazza y Mariano Romano

Carlos Bertazza (The Silvers) y Mariano Romano (The End) fueron contactados por los directores para realizar el tema original de la película. Así nació y se eligió entre otros tres temas propuestos por Carlos, “Someone who can stop my heart”, la canción que se escucha al inicio de los créditos finales.

El querido Carlos Bertazza ([Buenos Aires,1979; Buenos Aires,4 de octubre de 2014) era el subdirector de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. (Wikipedia)

También dirigió la Orquesta Estable del Teatro Colón, Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (México), la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes (México), la Orquesta Filarmónica de Bogotá (Colombia), la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de San Juan (Argentina), la Orquesta Sinfónica de Corrientes (Argentina), Orquesta Estable de la Provincia de Tucumán (Argentina), Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Tucumán (Argentina), la Orquesta Sinfónica de Mar del Plata (Argentina), Orquesta Sinfónica de Entre Ríos (Argentina) y Orquesta Filarmónica de Mendoza (Argentina).

 

Resumen de Críticas y Reseñas:

 

Críticas revista Rolling Stone:

 

Mundo Tributo es un hilarante y por momento conmovedor retrato de las bandas-tributo argentinas dedicadas a homenajear a Los Beatles, Kiss, Roxette, Queen, Genesis o Pink FloydHernán Ferreiros. Revista Rolling Stone.

…Mundo tributo acierta, entre otras cosas, porque sabe poner el foco en los dos ejes que cruzan y sostienen el boom de las bandas tributo…
Alejandro Seselovsky, Revista Rolling Stone.

Otras críticas en diferentes medios argentinos:

Los jóvenes Fares y Rosales se encargan en este film de seguir a los protagonistas y fanáticos de bandas que homenajean a The Beatles, Kiss, Génesis y Pink Floyd, entre otras. Simpática, sorpresiva y, aunque no sea el mejor término para definir a este film de “dobles”, muy original. Damián Damore (Revista Ñ), Imperdibles Cinemanía.

Un documental de Adrián Fares y Leo Rosales que retrata vidas de clones y grupos tributo, y de paso marca cuáles son de verdad los gustos populares argentinos. Mariana Enríquez, Radar, Página 12.

Adrián Fares y Leo Rosales se acercan a esta moda con sentido del humor y descubren que los seguidores de las bandas tributo suelen ser bastante más entretenidos que los intérpretes. Nazareno Brega (El Amante) Recomendadas Terra.

El mundo está loco loco loco y Mundo tributo , el documental que retrata el fenómeno de las bandas homenaje en la Argentina, resulta tan delirante y bizarro como sus protagonistas. Sebastián Ramos, Portada de Suplemento Espectáculos, Diario La Nación.

Mundo tributo es un interesante trabajo que deja en evidencia que detrás de estas bandas hay algún tipo de verdad que se le escapa al resto de los mortales que las desmerecen por no ser originales. En el artificio, en el mimetismo casi necrológico, en la aceptación o no de lo que se es, hay una mirada sobre el mundo del espectáculo, sobre los artistas y sobre su obra. Y, sobre todo, dice algo del país. Diario Mar del Plata Hoy.

CATÁLOGO SECCIÓN MÚSICA BAFICI 10

…¿El rock se quedó sin ideas? ¿El público no está dispuesto a abrirse a nada nuevo? ¿Hay un talento especial en esta zona del mundo para estos tributos? La película de Adrián Fares y Leo Rosales no necesariamente responde a todos estos interrogantes, pero los plantea con gracia, ternura, sorpresa y un ojo muy hábil para encontrar historias extraordinarias, casi podría decirse de alta originalidad, en este mundo copista. Ver (y oír) para creer.

CATÁLOGO MARFICI 4

…Adrián Fares y Leo Rosales siguen con un encomiable respeto por el trabajo ajeno a algunas de las bandas que viven de reproducir lo más miméticamente posible la música de artistas consagrados. Dejan en escena, además, ciertos apuntes sociológicos de interés, sobre todo en relación con la conformación del público que sigue a cada uno de estos grupos. El último plano de la película es sencillamente extraordinario.

Nota Octubre 2017 en España: http://www.valenciaplaza.com/tributos-artistas-de-marca-blanca

Mundo tributo en Bibliografía y Filmografía en Escuela Ort. Película de referencia para la Materia de Medios Audiovisuales. Listado de obras audiovisuales que sirven de ejemplo de los contenidos teóricos vistos en la materia.

Link:

http://campus.belgrano.ort.edu.ar/medios/articulo/605829/filmografia

 

DÓNDE SE VE (Y VIO) MUNDO TRIBUTO?

2017 CANAL ENCUENTRO. 

2017 GANADORA, MENCIÓN ESPECIAL DEL JURADO EN 4TH NOIDA INTERNATIONAL FILM FESTIVAL, REPÚBLICA DE LA INDIA (Febrero) Premiere en Asia.

2015 INCAATV (CINE.AR)

2014 FESTIVAL DE CINE DOCUMENTAL ALTA FIDELIDAD. CINE TONOLÁ. BOGOTÁ, COLOMBIA.

Link Nota: https://www.elespectador.com/entretenimiento/agenda/cine/comenzo-segunda-exhibicion-de-cine-documental-musical-articulo-511495

http://www.escribiendocine.com/noticia/0009370-festivales-el-colombiano-alta-fidelidad-presenta-varios-rockumentales-argentinos/

2013-2014 QUBIT.TV (Video on Demand en televisores): Chile, Paraguay, Uruguay, Argentina.

2013 CINEMARGENTINO.COM

2012 FILMIN

2011 PERSONAL. qubitTV. SUPERCINE. Servicios de Video on Demand (V. O. D.)

2010 CICLO CABLEVISION DIGITAL. RETROSPECTIVA BAFICI

2009

MTV BRASIL (CICLO MEJORES DOCUMENTALES MUSICALES)

OFFICIAL SELECTION BOSTON LATINO INTERNATIONAL FILM FESTIVAL (BLIFF, Harvard Film Archive)

SELECCION OFICIAL IN EDIT 6 / BRASIL (San Pablo, Rio de Janeiro)

SELECCION OFICIAL FICCO 6 (México DF)

Link Ficco: http://www.chilango.com/cine/ficco-presentaciones-especiales/

CINE CLUB ARGENTINO EN PARIS (París, Francia)

AUTOCINE VERANO (Ciclo de cine organizado por Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires)

2008

SELECCION OFICIAL BAFICI 10

SELECCION OFICIAL PRIMERA SEMANA INTERNACIONAL DE CINE DE MEXICO (México DF)

FESTIVAL DE ARTE CONTEMPORANEO TELECOM (C.C. Recoleta)

SELECCION OFICIAL FESTIVAL INTERNACIONAL DEL NUEVO CINE LATINOAMERICANO DE LA HABANA (Cuba)

SELECCION OFICIAL IN EDIT 5 / CHILE (Santiago de Chile)

https://www.inedit-nescafe.cl/historico/5o-in-edit-nescafe-2008/#programacion

FESTIVAL NACIONAL DE CINE DE CARLOS PAZ

FESTIVAL INTERNACIONAL DE VIDEO DE ROSARIO.

2007

SELECCION OFICIAL MARFICI 4 (Mar del Plata)

LA NAVE DE LOS SUEÑOS. Inauguración de la muestra cine y música de autor (Biblioteca Nacional)

CICLO EL INDEPENDIENTE (Organizado por la revista “Haciendo Cine”/ Alianza Francesa)

CAVERN CLUB BUENOS AIRES (Primera proyección organizada por Corso)

Contacto por adquisiciones / exhibiciones / festivales: info@corsofilms.com

 

POR ADRIAN GASTON FARES