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Lanzamiento de edición digital de Seré nada. PDF para descargar. Novela de terror y género fantástico.

Terminar una novela es como despertarse de un sueño (o de una pesadilla)

Mientras me desperezo, voy a escribir algunas palabras sobre Seré nada y sobre el tema y la intención de la novela. Ahí vamos:

Sobre Seré nada (Novela, 2021, 200 páginas)

Con Seré nada, traté de incursionar nuevamente, luego de Gualicho y Mr. Time, en la ficción de terror.

Quería volver a la novela (la última en invención fue Intransparente). Quería que fuera de terror, y quería que fuera ficción oscura (o fantasía oscura). No sé si hubiera podido escribirla sin antes ensayar los cuentos de Los tendederos.

Tengan en cuenta que mis proyectos de cine de terror fantástico lamentablemente aún no pudieron ser filmados. Por lo que tenía muchas ganas de inventar algo nuevo y de poder compartirlo. Y en cierto modo, de poner lo que aprendí estos últimos años en este arte de invocar historias.

Por otro lado, me venían diciendo hace tiempo que escriba algo sobre la sordera y creo que en torno a ese tema fui construyendo Seré nada.

La intención era que los protagonistas tuvieran hipoacusia pero que la historia no fuera sólo las circunstancias de las personas con sordera. También traté de darle cierta épica a la sordera. El tema es la adaptación, pero también la identidad, hay que decirlo, y la «discapacidad».

Otra intención fue rescatar lo mejor y lo peor del Sur del conurbano bonaerense. Había olvidado la torre de Interama hasta que el año pasado subí a la terraza a estirarme, digamos, y la vi. Había olvidado que todavía hay caballos.

No considero Seré nada una novela de vampiros. Admito que traté (como en mis proyectos de cine) de crear nuevos monstruos.

Stephen King dice que es lo más difícil y lo que vale la pena (en Danza macabra o Danse macabre, un ensayo que escribió sobre cine y sobre novelas de terror)

A la vez, los monstruos de Seré nada son humanos, tanto los más simpáticos como los más desagradables (que son más humanos todavía)

La historia del caso de bullying está basada, tristemente, en un caso real que tomé de las noticias.

Veo influencias de películas en Seré nada, creo que ni hace falta que diga cuáles son.

Y está esa ternura que me señalaron que tengo y de la que no reniego. Y también soy un poco visceral o espero haberlo sido.

Sé que recordé al escribir a Shirley Jackson (por La lotería) Por otro lado, leí mucho el año pasado a Richard Matheson (yo creo que El hombre menguante es la mejor novela sobre personas con discapacidad, y sin dudas una de las mejores novelas de terror y fantasía)

En los vericuetos de escribir en tercera persona, me ayudó Matheson y ningún otro. Fue una búsqueda y releí toda la ficción de terror (y la de no terror) que pude antes de ponerme con Seré nada. Esto último no quiere decir nada, pero al menos me dio un poco de seguridad al escribir.

Escribir es invocar imágenes, como el cine, incluso de los mejores poemas lo que quedan son imágenes. 

Pero a diferencia del cine, cuando escribo literatura, sin olvidarme que sin imágenes no hay nada, trato de apoyarme en algo que obligue a usar ese lenguaje (por ejemplo, la historia de los serenados está interpretada y escrita por Roger, Gema se comunica escribiendo; en Intransparente toda la novela es la re interpretación de la protagonista de una conversación por mensaje de texto)

Espero que disfruten de esta aventura, que se conmuevan un poco como yo al escribirla.

Claro que una vez que la terminen pueden opinar lo que gusten y, si les gustó, también compartirla para que otros la descubran.

Los monstruos se van a enojar si no. 

Adrián Gastón Fares.

Aquí el link a la novela:

Te espero en el techo

Lo que sigue abajo de esto más largo es la reescritura de un cuento muy pero muy corto. Uno de los primeros que escribí.

Hace mucho tiempo.

Por el momento que estoy pasando, con muchos proyectos, pero también incertidumbre, creo que este cuentito que le sigue, renombrado, Te espero en el techo, viene bien.

Estoy con el trabajo de producir una película y dirigirla.

Gualicho, Walichu, o Walicho.

Pueden opinar sobre qué nombre les parece mejor o qué nombre les gusta más para esta película de esos tres.

No me pidan que les cuente la trama para eso.

Simplemente quiero saber qué les suena mejor.

Les dejo, confiando en que una imagen vale más que mil palabras, para que se inspiren, uno de los afiches que encargué al enorme ilustrador Sebastián Cabrol (es una versión de un color diferente a la elegida y sin el título)

Gualicho Tinta Desaturado Guión y Dirección Adrián Gastón Fares, ilustración de Sebastián Cabrol

Gualicho, uno de los afiches de Producción, Tinta Desaturado Autor, Guión y Dirección, Adrián Gastón Fares. Ilustración: Sebastián Cabrol

He estado desarrollando esta película durante 10 años. Me parece increíble.

Por otro lado, sigo guardando un texto sobre la escritura de guiones audiovisuales que escribí luego de enfrentar a Señor Tiempo (Mr. Time)

Para Mr. Time, escrita luego de Gualicho, tuve que usar primero la modalidad del Scriptment (un texto centrado entre el guión técnico, el literario, y el tratamiento; el scriptment no es tan famoso como su primo el tratamiento, pero ha sido acuñado por James Cameron, quien lo oficializó para la escritura de Avatar) También lo usaba John Hughes.

Y entonces, tiene más sentido que lo haya usado para Mr. Time, ¡ya verán!

A. G. F.

 

Te espero en el techo

Martín estaba con su novia en el patio de comidas del shopping.

De repente se le dio por mirar para arriba y en un rincón de la cúpula vio algo que lo aterró.

Los pelos de la nuca se le erizaron. Le saltó el corazón. Parpadeó. Le pasaron todas las cosas que le pasan a las personas cuando descubren algo que no pueden creer que están descubriendo. Pero esas cosas al minuto no suelen ser verdaderos descubrimientos, era el reflejo de, el viento la había empujado claro, lo que parecía inimaginable era una coincidencia posible qué tontería, mientras que el de Martín sí lo era.

¡Estaba ahí!

Ahí, en el vértice del cielo raso.

El esqueleto de una nena, colgando del piolín de unos globos inflados con gas, esos corazones.

Se dio cuenta que era una niña por el vestido rojo y el pelo rubio de la calavera, las dos trenzas que conservaban toda la gracia.

Agarró a la novia de la mano, la llevó por los pasillos del shooping, y cuando encontró a uno de seguridad, le explicó bien: no podían dejar el cadáver de una nena pudriéndose en lo alto del patio de comidas. También le preguntó si sabía qué había pasado.

El tipo comentó que había sido extraño, pero que la nena se había volado para arriba, alejándose a propósito de los padres, sin soltar el piolín.

Entre el guardia y una chica que atendía una góndola de golosinas le dieron a entender que el error había sido de él, por mirar hacia arriba cuando debería haber estado mirando a su novia o a lo que estuviera comiendo.

Martín tragó saliva y consoló a su novia que lloró un poco, antes de pedir que la llevara a esa tienda, la que le gustaba tanto.

 

por Adrián Gastón Fares

Más información sobre Gualicho y Mr. Time en Prensa Corso Films

 

Mr. Time

Poster-Mister-Time-by-Adrian-Gaston-Fares-New

Bueno, aquí presento Mr. Time. Es otra de las películas que se vienen y que voy a dirigir. Digo que se viene porque ya hay interesados en producirla.

Una vez terminado el guión cinematográfico que escribí, como el de Gualicho, por decisión propia (¿existirá algún productor argentino que encargue una historia?) luego trabajé con Santiago Caruso con el boceto de caracterización de personajes que desarrollé en mis anotadores.

También Sebastián Asato hizo otras ilustraciones (diseño de personajes) que son geniales y que ya se verán.

Para este diseño, diariamente intercambiamos mensajes de audio con Santiago Caruso para llegar a reflejar el universo del largometraje. Mr. Time es otra aventura en el género fantástico como Gualicho (no me quedó otra que traducirla al inglés como Walichu). Pero distinta.

¿Qué puedo decir de una historia que me mueve tanto? Que hable el afiche, que hablen los personajes, que empiece a hablar la historia, que los personajes golpeen las puertas, como hicieron conmigo, para expresar lo que quieren contar.

Más información:

El tagline se le ocurrió a mi hermana (You can´t get away from the hand of), Romina Fares. El diseño gráfico corrió por cuenta de Geiko Paol.

El ilustrador de Gualicho, Sebastián Cabrol, me comentó que no se dedicó al diseño gráfico porque podía estar una vida eligiendo una tipografía. Yo lo mismo.

Primera nota accesoria:

También quería contarles que hay posibilidades de que tanto Mr. Time como Gualicho se conviertan en novelas gráficas además de ser películas. Tal vez esté haciendo ciencia ficción adelantando esta noticia, lo que le va a más a  Kong que a mí. Pero no tanto, digo lo que oí. Aunque no soy bueno oyendo.

Segunda nota accesoria:

Para llegar a hacer cine y a escribir, primero tuve que tener en claro lo que era el cine y lo que era la literatura para mí, y cuando escribo, digamos, trato de que el lenguaje sea lo que demanda ese soporte, ese arte, por más que mi narrativa siempre va a tener una impronta fuerte en lo visual y en los incidentes (Aristóteles lo recomienda en su Poética, qué le vamos a hacer).

El cine lo pienso como cine, es otra cosa, no podría escribir por ejemplo la novela de Gualicho, está pensada para cine. El ritmo, la estructura, las líneas visuales (como las que vio en el guión el único director de arte que lo leyó hasta el momento, el talentoso Sebastián Sabas)

Otra cosa es la novela gráfica.

Mr. Time, en cambio, tal vez sí pueda reescribirla como novela. Me pregunto. ¿Por qué? ¿Me dejé enviciar o algo así?

Y me doy cuenta que tal vez sea porque uno de los temas es el tiempo, pero también es una historia de terror dura, sin dejar de lado el humor, que lo hay y mucho. Y también tiene un universo (en inglés le dicen furnished world, es una frase buena para vender, parece) y un universo da para todo, como habrán notado en el transcurso de sus vidas en este que estamos compartiendo.

Pero bueno, Mr. Time y Gualicho (Walichu) coinciden solamente en el género. Que no tengo prejuicios en declarar: terror, drama, suspenso (thriller)

Nos vemos en el 2018. O antes!

Saludos!

Adrián Gastón Fares