17.
Silvina, impaciente, decidió subir a la terraza para encontrar a la estatua de Gema cerca del tanque.
Caminó hasta sobrepasarla, subió los peldaños del cuarto hasta lograr asomar la cabeza en la plataforma del tanque y miró la espalda rígida de Gema. Cerca de los pies descalzos de la mujer estaba su celular.
Silvina pensó que no debían querer ninguna distracción mientras hacían su meditación diaria. En silencio, se ayudó con los brazos y logró encaramarse al techo. Caminó hasta el hueco que había debajo del tanque del agua. Ahí estaba el celular de Gema.
Estaba por agacharse para tomarlo cuando sintió que la arrastraban hacia atrás. Se sobresaltó y se inclinó hacia delante por instinto. Cerca de caer al vacío, sintió que la retenían del brazo. Por miedo a que se arrojara o de que cayeran juntos, la mano que la había tomado la dejó por un momento.
Silvina se volvió y vio que era el hombre con la remera de Megadeth. Silvina iba a gritarle a Gema. El hombre se abalanzó sobre ella. Le tapó la boca con la mano.
Eran tan largos sus brazos que la tomaba con uno solo, con el otro hacía la señal de silencio.
Pensó que quería apoyarle el bulto, ese impresentable, y trató de clavarle el codo para que retrocediera, pero era inamovible. Era extraño el olor del hombre. Una transpiración agria que le hizo recordar a la de su padrastro. Le mordió la mano.
El hombre trastabilló con el último peldaño de la escalera. Cayeron desde tres metros de altura. Por suerte, ella dio contra el cuerpo del hombre.
En el piso se deshizo del metalero, rodando dos metros para hacer fuerzas con las manos y ponerse de pie. Desde ahí, inclinada, vio que Gema seguía impertérrita.
En cambio, el metalero se había torcido el pie, y por como respiraba por la nariz, parecía que alguna costilla estaba rota.
Silvina pensó que se podían haber matado. Bajó los escalones de la escalera lo más rápido que pudo, sintiendo una punzada de dolor en el hombro.
por Adrián Gastón Fares.
Seré nada / Serenade. Todos los derechos reservados. Adrián Gastón Fares.
¿De qué trata Seré nada?
Seré nada es la historia de tres personas con sordera que tratan de encontrar una mítica comunidad de sordos en el Gran Buenos Aires. Dan con una colonia silente pero, ¿son personas sordas…?
Un poco sobre mí.
Soy escritor, guionista y director de cine. Estrené la película documental Mundo tributo como guionista y director, que fue emitida por Cine.ar y vista en varios festivales de cine, y tengo cinco proyectos de largometraje para cine también como guionista y director (algunos premiados internacionalmente y seleccionados como Gualicho y Las órdenes) y tres novelas más (Intransparente, ¡Suerte al zombi! y El nombre del pueblo) además del libro de cuentos de terror Los tendederos. Pueden encontrar la edición digital en .pdf de Los tendederos y mis tres novelas anteriores en este mismo blog.
Excelente, con el audio mejor!
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Me estoy divirtiendo con esto de leer el texto en voz alta e interpretar las voces. Gracias.
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Claro! Así se convierte en un audiobook.
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Muy bueno
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Gracias!
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