Las plazas vacías (El poema sin motivo).

Caer linealmente hacia el centro.

Como un meteorito.

Nada de orbitarte.

Querida estrella.

Rompamos los sistemas.

Planetarios.

Despidamos al universo.

Sería una ola de despidos.

En la playa del tiempo libre.

Basta de resistencia

Que vuelva el temblor

(danos la fuerza para mirarnos con fijeza)

Inventemos una mañana sin tarde

Una noche sin amanecer

Un día sin otro

Un futuro sin niños

Destruyamos al mundo.

Sin tocar ningún botón.

Rojo.

Dejemos vacía de incertidumbre la tierra de tus zapatos

Y repletos de misterios los mares de lágrimas

Nada es viejo,

todo es nuevo.

Y aquel Señor que dice que no tiene valor la escritura

Es porque no sabe

Que con el culo en el asiento

El cerebro permanece en su centro.

Las plazas están vacías.

Hasta que no descubramos

al último escondido.

El juego no termina.

Ya estoy grande para esto.

Dice el universo.

Y no paramos

de sonreír toda la noche.

Lástima.

En la oscuridad,

nuestras caras no se ven.

Por eso,

varios universos nos sueñan.

Mientras nos hacen crearlos.

Me acuerdo que

En tu cama me miré

Y en tu espejo me dormí.

Sonriendo.

Nunca.

por Adrián Gastón Fares.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s