Hoy fui al INCAA (Instituto de Cine Argentino, el que debe fomentar el cine aquí) a preguntar si había novedades en el expediente de Gualicho.
Subí las escalares porque no andaban los ascensores así que algunos empleados estaban fatigados.
Me cuentan que estuvo Pamela Livia Delgado (productora presentante de Gualicho, que todavía tiene el dinero en su cuenta desde abril de 2018) visitó la institución con Felicitas Raffo. Ellas son se llaman Cepa Cine y estrenan Cuando dejes de quererme. Todo bien con eso, que estrenen lo que quieren, pero las cosas deberían ser más equilibradas.
Pamela Livia Delgado y Felicitas Raffo tuvieron una reunión con un Gerente, pero a nosotros, que no somos poderosos, no nos dan reuniones con Gerentes que puedan hacer algo.
Así es la jerarquía de poderes.
Todos impunes siguen armando sus negocios de acuerdo a sus intereses. Lo que vemos de cine acá es el resultado (como en otros rubros) de una elite que tiene dinero y que, en otros casos, maneja también contactos políticos.
No están viendo cine argentino. Están viendo el cine que les dejan ver.
El cine, los directores, los que realmente se rompen el alma, ahí quedan, relegados por el INCAA y su presidente.
Los empleados del INCAA, algunos muy amables y contenedores, parecen estar apretados por el presidente Haiek, que no toma decisiones correctas, y por algunas Gerencias.
Para que vean como son las cosas en las instituciones por aquí.
Saludos
Adrián