El sueño de los conejos

Este japonés había construido

Como se esperaba

Un jardín japonés

(otro más)

Enfrente de su casa

Y cuentan que un amanecer lo encontraron

Durmiendo

abrazado

Al tronco de uno de sus árboles

Que estaba muriendo

No había ni una flor

En el fondo de su casa

Ni nada de lo que había en

Los parques que él diseñaba

Los japoneses usan lo bello como

Una espada que seda sentidos,

hipnotizados por pestilos

Y estambres

Te llevan de la mano a la laguna en la que se bañan las abejas

En el centro de las flores

Y entonces

es un poco tarde

para escapar

Uno quiere sacarse las sandalias Mojarse el dedo gordo del pie

Pero esta prohibido

Y solo los conejos sueñan con la laguna de las flores

Esa represa que solo se abre cuando marchitan

Sueños póstumos de carne de pescado cruda

Que se deshacen en tu boca

Como una geisha sashimizada

En un bosque donde suena una campana

No quedan ya flores por cortar

Ni arboles que defender

Las liebres corren libres en los

Campos del atardecer

Descanso paz y silencio

Espero no ser indiscreto

Ciertamente

No pueden reprimirse los aguaceros fríos

De las tardes de otoño

Por Adrían Gastón Fares

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