Polvo de estrellas, polvo de falanges. El joven pálido.

Hálito vital,

qué maravilla.

De una bikini se lanza en picada

Y sube con el viento.

Se clava en el oído el sagaz

Cupido

De espaldas al mar

Charlando

De una mirada se desprende

Y tu estomago se convierte

En una pecera vacía,

Un acuario,

Al que le remueven las piedras

Y los adornos

Esa calavera que boquea burbujas

Cuando la tapa del barril de pirata

Se abre.

Ese precipicio

Donde tantos cayeron

Y jamás volvieron

Qué desconcierto.

Hálito vital.

Cordón umbilical.

Nací para encontrarte,

leyó en una pared.

Nenito,

hay gente que nace para encontrarse

Y otras para matarse.

Es la ley de la vida

La de los suicidas

La de los salvavidas

Vos flotabas en una panza de fuego.

Allá lejos ,

Hace tiempo.

Salud.

Por quien brinda?, pregunta el mozo.

Por mi hijo, está en la mochila, lo quiere ver?, contesta el Joven pálido.

Usted si que es ingenioso.

Y rasposo, agrega el mochilero;

El Joven pálido se miraba las falanges
a la luz de la luna,
el viento soplaba entre los huececitos,
se movían sin querer.

Reformulaba,

aunque no le importaba la cuenta:

La cerveza te hace entender
la falta de tu ayer.

Todas las cosas son por algo;
ahora caigo.

Así y todo,
hay que cacarear dos horas,
para poner un huevo.

El pez macho hace temblar el agua
como el viento las falanges
del Joven Pálido
para que la pececita suelte los óvulos
que se traga,
ahí en seguida busca los ocelos del pez macho
los círculos naranjas en la aleta anal
y el macho le suelta lo suyo en la boca,
y los pececitos se forman ahí
cabecitas del futuro
después a esconderse entre las piedras,
palabras del futuro,
¿son?

También el caballo se coge a la caballa
y nadie dice ni mu
cuando a la vaca el toro se la pone

Es un señuelo.

Para que pique la nada.

Nadie supo nunca
dónde empieza ese fuego
ni se acuerda siempre
cuál fue la primera llama que vio.

Hoy en día es
como la muesca que hacían los ancestros en un hueso
cuando la luna se llenaba;
pero ahora en cuanto se vacía,
borramos la marquita:
con nosotros no hubiera existido
la matemática

Y el frío,
o el calor,
la locura
o el amor
dirían las estaciones.

El Joven Pálido
se sopla el polvo de las falanges.

En un bar tipo irlandés
te digo todo al revés:
el poeta es un príncipe
no es un vampiro.

Chicas,
Bustrófedon potenciado:
oripmav nu se ateop le
no es un príncipe.

por Adrian Gaston Fares

4 comentarios en “Polvo de estrellas, polvo de falanges. El joven pálido.

  1. jburdalo

    Hola, me sigue cautivando esta poética del «salto a los vacíos», pero esta vez, estos versos: Bustrofedon potenciado:
    oripmav nu se ateop le
    no es un príncipe.
    No los entendí mucho… Que me he perdido? Un saludo al poeta, y feliz año 2019 a todos.

    Le gusta a 1 persona

    Responder
    1. Adrián Gaston Fares Autor

      Hola, me alegra y motiva que te disfrutes lo que escribo y encuentres una poética . El bustrofedon es una escritura al revés, de derecha a izquierda, ciertamente no te perdiste mucho, es solo eso. El (los) poetas son vampiros, no son principes, viene a decir. Un gran saludo y feliz año para todos!

      Le gusta a 1 persona

      Responder

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