A veces pienso
en todas las cosas que perdí.
En algún momento
me fui por las ramas
y en una de ellas construí
un refugio pequeño y revestido
para vivir en paz.
Pero las ramas se quiebran
y todo se vino abajo.
Y ahora estoy aquí,
en el pastito,
con los restos de las cosas
que tenía en la casa que cayó.
Y el tiempo pasa.
Y es verdad que las vacas vuelan.
Y también que los gatos sueñan.
Pero es imposible volver el tiempo atrás.
Ésa será mi gesta.
La del valiente forjado en un barrio pobre,
lleno de canciones irregulares, que rebusca
en el baldío donde otros también enterraron sus sueños.
Será cuestión de volver a armar mi refugio
entre los árboles
sobre la rama más endeble
porque la fuerte no sirvió.
por A. G. F.
Adrian Gaston Fares 
Pues ahí rebuscando te veré…
Saludos
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Ahí estaremos, saludos!
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Una y otra y otra vez… Saludos
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Así es, como decía mi padrino. Saludos!
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Fantástico, Adrián. Muchas gracias por seguir mi recién estrenado blog, ¡me siento afortunada!
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Bienvenida, entonces!
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Te busco en ese refugio, amigo. Besos a tu alma.
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Claro, María! O en este 🙂 Besos!
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Esa débil ramita parece mucho más adecuada como refugio. 😉
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Encantadoras tus palabras y tus textos llenos de aventuras y maravillas!
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¡Me encantan los refugios! Y los que se caen, como dices, los podemos volver a armar.
Me encantó este relato.
¡Saludos!
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Me alegra que te haya gustado, Ursulina! Saludos!
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Tutto questo mi porta alla memoria un libro che ti suggerisco di Italo Calvino Il barone rampante!
Ciao da Roma !
shera
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Miia madre è nata in Italia, purtroppo non esistono più coloro che parlano dialetto italiano nella mia famiglia. È una gioia leggerti nella lingua italiana. Vado a rileggere Italo Calvino. Ho letto molto a Giovani Pappini (buone storie brevi), Alesandro Baricco!, Dino Buzatti!, Pasolini, Pirandello e Cesar Pavese!
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